I. Es normal en sueños 

Detrás del escritorio salió un ser con cola de gato, cuerpo de tortuga y cabeza de conejo. No me asusté, porque cuando de sueños se trata en realidad no importa si estás dormido.  

II. Desastres

El olor a limón lo inundó cuando cruzó por la habitación. Giró y encontró la escena que más temía. El tono rojizo que decoraba el sofá, al principio brillante y, al pasar el tiempo, oscuro. Vidrios regados, muebles volteados, y la mujer que despedía ese olor a limón sola en medio del desastre. 

III. El amor prometido

La distancia entre ambos, él dormido soñando con mi piel, y yo viviendo sin su aliento; con un mundo que es nuestro, cada uno por su lado, lejanos pero cercanos, deseando estar juntos.

El viento viene y se va, se lleva hojas y las regresa, así como nuestro amor, que un día se fue con la promesa de no olvidar. 

IV. Verdades que son mentiras

Cuando él le dijo la verdad, cuando le contó sobre las margaritas en su almohada y el jarrón roto. Cuando le confesó sobre las noches en las que se dejó consumir por la pasión, y las mañanas en las que dejó fluir sus mentiras. Ella no tuvo más remedio que escuchar las verdades que ya conocía, y rogar para que él no conociera la suyas.  

V. No es mío

Un hombre entró a mi casa, lo vi caminar de la puerta a mi habitación, usar mis pertenencias como si fueran suyas. Lo vi sentirse cómodo, entrar a la cocina y preparar la cena. Lo seguí hasta que se quedó dormido en mi cama, dentro de mis sábanas, soñando mis sueños. ¿No se dio cuenta de que estaba en una casa que no era la suya? ¿Quién me dijo que esta era mi casa?

Gerardo Buendía.
Sueño-ficción (Collage para publicación). 2021. Collage digital.

No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.

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