Se quedaron mirando todas por la ventana.

Sus miradas mostraban furia por querer salir. Algunas otras mostraban ternura y miedo. Muchas más, intriga por saber que era lo que en realidad estaba pasando. Algunas otras miraban con envidia no poder estar ahí, pero otras miraban a lo lejos sin entender que es lo que las otras miraban. Por miedo ellas no se acercaban (ellas no querían mirar).  

¿Por qué a muchas nos da miedo querer destapar esa herida? Y preferimos no mirar más. 

La herida seguirá ahí… Según especialistas, debe de ser expuesta para poder sanar, si no es expuesta entonces se gangrena y puedes llegar hasta perder (mutilar) una parte importante del cuerpo. Lamentablemente, la herida por proteger nuestro cuerpo ha sido una lucha interminable. Se intenta hablar con las miradas de guerra en combate. Miradas de «Un soldado en cada hijo te dio». 

Refil.