Íbamos en el redil
parece que lleva acento
ahí donde va lo débil
mirándote, conociendo
el amor como aroma
sensación vaporosa
construir anhelos entre polvorosa
ya se fueron sueños
allá, a lo lejos
suena el piano
la flauta también
tristeza de los abuelos
jalo tu mano
suave tacto
despido sutil
aroma fresco
nosotros en medio de todo esto
vamos
viajamos
pero
¿lo mismo, pensamos?
soy yo el que construye
eres tú figura
aún no evaporada
estremezco pasando el cemento
retumban neumáticos
suenan las llantas
caucho negro
sobre autopistas lejanas
solos tú y yo
como animales
enamorado mono
metidos en esta caja
adónde vamos
ni el viento predice
huele
duele
verte
ojos tristes que viajan
al menos conmigo
compasión sólo para mí
delirio
vuelan aves
plumas salvajes
ruidos foráneos
carreteras extrañas
características provincianas
pueblos escindidos
llamados del olvido
y tu mano aun conmigo
tacto seco
no sudamos
transparente cielo
horizonte escondido
detrás de los rediles
maderas blancas
como cajas de huevos
nada más y menos
que cuaresma
pescado frito
antojo que llega
es la costa
apenas intuición
tras el redil de perdición
al menos tú y yo
juntos
mirándonos
como si todo fuera
una maldita ilusión.
Ojos que viajan
corazón que vuela.
No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.