Sudor en mi frente mojando,
lágrimas que bajos mis mejillas
mis labios tocaban con miedo al tropiezo,
hablándole al espejo salado de orillas,
escribir andando en cuclillas,
y corazón bermejo
pidiendo a gritos nuevo comienzo,
temo lo peor llegar a la meta
sin poder sentir mis rodillas,
caminar sin sentido en la vida
y luego llegar, y rogar porque siga.
Bufones con la cara de empresarios:
califican y recogen el sudor de mis manos
atándolas a la compañía,
mejor aquí que mañana vivir en agonía,
como niño al pozo
primero cae y después sollozo,
ya ni como remediar las deudas del mozo
son pérdidas de conciencia en alcohol sin gozo.
Contra materia
y opciones anarquistas
para contrarrestar el sistema;
los hechos hablan
y hablantes callan,
sin miedo a escribir es ley que no falla.
No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.