Gerardo Buendía.
Sin título. 2022. Fotografía digital.

En la incertidumbre prevalece un miedo a lo desconocido y cierta inquietud por la sorpresa.  Pienso que probablemente te encuentres en una situación donde la oscuridad te aconseje, donde las canciones te hablen en primera persona, y donde ahora sientes que los colores del mundo te pertenecen, y sí, tienes razón. Este nuevo camino del amar es un tanto incierto, confuso y sombrío, pero también es abrasador e inspirador.  

Dentro del porvenir de un nuevo amor a tu vida existe una particularidad que no debes obviar. En tus manos tienes el paraíso borrado de la realidad, a la magia encarnada en persona, y a la eternidad del amor como testigo. Prestando un poco más de atención, te darás cuenta de que eres poseedora de un alma cristalina, frágil por su naturaleza; sin embargo, capaz de evidenciar el interior de la verdad oculta, y de poder reflejar los sentimientos más  puros que lleguen a esta.  

Tiene unos ojos sabor miel, porque endulzan toda la poesía que de ellos se deriva. Un cabello que devela pasión y baila con el viento siempre un danzón. Unas manos cansadas de tanto intentar e intentar, desgastadas por el esfuerzo de abrazar al recuerdo, pequeñas, pero capaces de calentar a toda persona que busque un refugio. También te ha sido entregado un lienzo virgen, terso y fino, susceptible al tacto, pero que con cierto calor y cuidado se puede moldear a la imagen y semejanza del pecado. Ahora bien, hasta este punto debes estar consciente del regalo que la vida te ha concedido, empero, recuerda que el amor no se mide por lo que uno puede regalar, sino por aquello que está dispuesto a perder. Es un compromiso de siempre buscar la felicidad aún en la adversidad, y de proteger aún en la tempestad.  

Con el corazón en la mano, como muestra de mi sacrificio, quisiera que intentaras llenar a aquella persona de amor y de valor, ofrecerle tres besos, dos abrazos y un café de desayuno. Abrázala por las noches, porque le teme a la soledad. Cuando se sienta triste, ayúdale a desbordar el mar de sus ojos. También toma en cuenta que le gusta que le sonrían con la mirada, que los besos se sientan eternos, y que las risas retiemblen en las paredes del infinito. Y si después de toda esta información, tus esfuerzos y sentimientos no pudieron abrigar, no te preocupes, ella sabe cuál es el camino de regreso a casa.  

Donde la calidez y el amor la recibirán.

No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.

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