Ikeoner. 'Portada de algo (Reinterpretación de 'Gobierno'). 2020. Collage digital.

Sentado en el umbral de la locura matutina, me pongo a reflexionar acerca de la vida misma, y puedo contar, con los dedos de las manos, las principales razones acerca de lo afortunados que somos de estar en este momento. El reflejo en el espejo me mira paciente. Jamais vu.

Uno. Los estadios completos de pie te reciben el día que llegas en tu nave, los cuervos rodean tu casa por un momento. Y todo es real, no hay ficción en el cuento. Cientos de aplausos al unísono rompen el silencio dos segundos después, ¿esperabas el recibimiento? Tu madre desde casa, frente a su televisor ve el espectáculo, los abrazos y besos flotan en el aire un momento e impregnan todo a tu llegada.

Tu alarma sonó exactamente a las tres en punto, saltaste de la cama en tu perfecta casa ideal, hecha específicamente para ti. Las pinturas que cuelgas en las paredes te miran despedirte sin sentimientos plenamente sinceros.

En el quirófano se extirpó hasta el último pedazo de carne infestada del cáncer de tus amigos; durante cuatro días más reposaron y callaron los rumores, mientras se daban el abrazo más largo del mundo, después comieron susurros y aplaudieron tu llegada nuevamente.

Las multitudes aplaudieron tus logros, tu hermano pequeño jamás discutió acerca de tus defectos, aceptó que así eres y te aceptó tal como eres. Tu trabajo es dignificante, así es como eres, así es como es.

El día no es el mismo, sin querer te esperó, así como un amigo. Claro que sé que sinceramente llegas cada cinco meses.

Y nomás llegar, se esfuman los males del mundo, se simplifican los desastres naturales, legas una vida pa’ vivir. Los jarabes curan la enfermedad del mundo también. Y aquí pagamos el precio del mundo, espero que la suerte esté contigo. No pagarás el precio de la libertad, seis es tu número de la suerte y con los dedos puedes contar sus detalles. Sé que encontrarás la forma de decir lo que piensas, y caminarás en plena calle. Tus cartas están echadas, tú llevarás más lejos la felicidad que cualquier otro.

Tu historia seguirá más allá de los mares, aún eres demasiado joven, más no para romper distancias, volverás una y otra vez, se extrañará tu ausencia, como la luz del sol. Porque eres libre, mientras tanto te retendré en la memoria de las masas, en la euforia de las multitudes, y no morirá la razón.

Cada siete días vas a descansar después de tu jornada laboral, está escrito que así será. Tu destino es negociable según las teorías de juegos efectuadas hace unos ayeres. Y el proceso se repite, cada ocho años o más nace una nueva generación, llena de sucesos propios del tiempo. Su sangre baña el altar de la ciencia en nombre del futuro, en nombre del progreso.

Sucederá que en el ocaso del mes nueve del año en curso; se suscitará un momento que dejará con la boca abierta a chicos y grandes, el tiempo se detendrá y dejará entrar una nueva luz, entrará también un poco de nuevas tecnologías, el futuro estará presente.

Y ahora sólo un déjà vu de tus viejos momentos de gloria, la mente es el mejor lugar de almacenamiento.

Los estadios completos te recibieron de pie, un minuto de aplausos dejo sordas a las aves por un segundo, cientos de corazones latieron a la par, cientos de manos llenas de sudor se frotaron de emoción, una sola respiración exhaló la multitud.

En el vórtice de la fascinación tu madre verá la televisión, tan sólo tu imagen en toda la pantalla, un sólo lenguaje, todos los espacios con tu llegada se van completando.

Aquí está el pródigo, la sangre nueva, la salvación, tú con tan sólo llegar. Y las multitudes pueden ir, y las multitudes tienen la razón. Diez y terminamos de contar, la vida misma nos sorprende más que la ficción, dejamos de lado lo imposible y vamos a por lo real. A fin de cuentas, el amor se quema con el primer sol de la realidad.

¿Cuántas palabras podemos utilizar para describir la maravilla que somos? No existe la palabra para referirnos a el misterio que representamos, estamos y somos, pero deambulamos en esta biblioteca sin hojear sus libros, el mayor misterio de ser es tratar de entenderlo. Presque vu.

 

No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.

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