Gerardo Buendía.
Sin título. 2023. Fotografía digital.

Allí está la sonrisa más bonita del Sótano
cuando ríe más de uno ha de suspira’.
Camina por los pasillos iluminando cada uno de ellos con sus pasos, y como diosa dadivosa de vez en cuando va regalando billetes (de a veinte) a su paso.

Sus ojos expresivos van describiendo el día
si los ves quietos, es el estrés que se ha apoderado de ella, 
quizás por tanto acomodo, 
quizás por «la amiga» desaparecida. 

Si la miras y sus ojos curiosos te siguen
es porque tiene en mente una picardía, quizás una broma, 
quizás una burla 
o quizás 
solo quizás se alegra de verte.

Si sus ojos te miran fijamente, 
no desvíes la mirada, que puede ser la única vez que lo hagan y si lo hacen debes sentirte afortunado.

Cuando ella te mira fijamente, 
te sientes parte de un todo, 
de la belleza del mundo que te rodea y por un instante solo un instante te besa. 

Disfruta la belleza de las cosa simples, dice Whitman.
(Yo disfruto cada instante en el que sus ojos me miran).

Allí está la mejor compañera de acomodo, de vez en cuando esconde libros para después pedir recompensa, pero si necesitas ayuda sin dudar te la presta. 

La mejor compañera y la mejor compañía a la hora de la comida, aunque el tiempo vuela (también las hamburguesas) cuando estás con ella.

Se llama Raquel, pronunciar su nombre llena tu boca de misterio. 
«¿Quién es Raquel?» Preguntan los desdichados.
«¿Dónde está Raquel?» Preguntan los despistados que voltearon un instante y se perdieron su paso.
Los afortunados no preguntamos, pronunciamos su nombre y esperamos a que ella nos nombre.
Cuando ella te nombra la belleza nuevamente se apiada de ti y te acaricia el rostro con suavidad, solo un instante, un instante que es eterno.

 

Y allí está la sonrisa más bonita del sótano.
Cómo toda estrella fugaz en unos días se irá, para no volver, para dejar sin brillo el lugar, pero dejando en aquellos afortunados que acariciamos con los dedos su luz, 
recuerdos, 
memorias, 
anécdotas que vivirán por mucho tiempo, y que se contarán cuando la melancolía nos golpe el rostro y digamos con una sonrisa.

¿Te acuerdas de Raquel, la sonrisa más bonita del sótano?

No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.

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