La danza no sólo se trata de un movimiento, sino de llevar la belleza del cuerpo humano a su mayor expresión. No hay mejor espectáculo que observar toda la capacidad que tienen los seres en sincronía con la vibración de la música. Sólo en este, en el quinto arte, es donde el alma despierta y cobra vida en el cuerpo.
A través de la danza podemos descubrir quienes somos, expresar y encontrar nuestras verdaderas emociones. Nos ayuda a conocer nuestro cuerpo, a estar en contacto con nuestra respiración, a mejorar nuestro equilibrio y habilidades físicas. Es un escape de las tensiones y del estrés que nos agobia en nuestra vida diaria.
La danza ofrece un completo bienestar en el ser humano tanto física como mentalmente puesto que mejora el rendimiento físico, la agilidad mental a través de la memorización y la coordinación, eleva la energía al liberar emociones, tonifica e incrementa la flexibilidad del cuerpo al eliminar las grasas extras y hace trabajar los músculos.
Por otra parte, gracias a la danza es posible crear vínculos sociales y sentirte parte de un grupo. Dentro de estos grupos puedes encontrar amigos que compartan tus mismas pasiones, sueños y deseos, profesores que te inspiren y ayuden a mejorar no sólo como bailarín sino como persona y descubrir que el único elemento que necesitas para hacer arte es tu cuerpo.
Ser un bailarín significa sentir y vivir la música, transformarse en el escenario de un simple humano a un artista capaz de conectar con sí mismo y con la audiencia, es narrar sin necesidad de hablar, hacer sentir sin tocar. Ser un bailarín es tener pasión, fuerza, dedicación, valor y coraje para mostrar tu esencia verdadera al mundo. Ser un bailarín es dibujar con el cuerpo.
No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.