Ana Paola González. 'Brevedad'. 2020. Collage archivo 135 Magazine.​

Ana Paola González. 'Brevedad'. 2020. Collage análogo.

Así empieza la historia que nunca comenzó. Jamás podré entender cómo me despegué de mi vida, jamás entenderé porque para mí fue mil veces más fácil desaparecer de la faz de la Tierra antes que verte desaparecer de mi vida; las personas no nos lastiman, somos nosotros quienes nos lastimamos al querer amar a alguien que no nos ama de la misma manera y con la misma intensidad. Cabe mencionar que, aunque existen muchas formas de demostrar amor, la falta de interés y de tiempo, no es una de ella. Quisiera haberme dado cuenta de esto antes, quisiera no haber romantizado las sobras de un amor pasado. Todo lo bueno fue más que lo malo y lo malo no lo fue tanto.

Hubo días en que no despertaba a ponerme los audífonos y escuchar la canción del momento, esos días pedía a gritos despertar y escuchar tu voz. Aún recuerdo esos ojos cafés llenos de inmensas pestañas negras que llegaban hasta el lagrimal y por encima de la línea de nacimiento, esos ojos que yo veía las veces que me regresaste a casa dormida, ahogada en alcohol y en lágrimas, nunca entendí porque lloraba tanto dentro de la relación, me cegaron las palabras bonitas, las sonrisas entre cada beso, tapaste mis ojos con las mismas manos que me escribieron un mensaje diciéndome adiós.

Con 22 años cumplidos he perdido la esperanza de tener conmigo a una persona que tenga sólo ojos para mí, alguien que no busque el remplazo perfecto de un amor de su pasado. Sé que hay más personas que desean ser únicos en la vida de alguien. No quiero más amores compartidos. No quiero ocupar un lugar al mismo tiempo que cinco personas. No quiero dormir pensando que estará pasando en la fiesta en la que no pude ir porque es noche de entregas en la escuela. No quiero sentir que paró mi vida una vez más. No quiero descartar un plan por falta de interés de la otra persona, pero vivimos en una época en la que el corazón más frio manda. Siempre me he preguntado porque el lado negativo es quien toma las riendas por completo.

¿Por qué si una persona no quiere seguir una relación tiene que terminar? ¿Por qué pesa más la decisión de la persona que se quiere ir, que de la persona que se quiere quedar? ¿Qué pasa con el que aún quiere seguir? ¿Por qué la persona que más quiere es la que más sufre? ¿Por qué existe una persona que quiera más que la otra? Si están viviendo exactamente los mismos momentos juntos, comparten las mismas experiencias. ¿En qué momento siente uno más que el otro? Y así es en absolutamente todas las decisiones tomadas dentro de cualquier tipo de relación; si hablamos de un plan entre la persona #1 y la persona #2, en donde la persona #1 da la idea y la persona #2 la rechaza. ¿Por qué tiene que descartarse dicho plan? ¿Por qué la persona #2 no hace un sacrifico por ver feliz a la persona #1? O peor aún, porque agregar un «si tú quieres». Me temo que nadie da una idea si no tuviera ganas de hacerla.

Hay personas que tienen que estar forzosamente en nuestras vidas, tales como los compañeros de la escuela o los compañeros de trabajo. Hay personas que forman parte de nuestras vidas y que no hemos escogido, como lo es nuestra familia, que, sin llevar la mejor relación del mundo, siempre habrá una fiesta en donde todos sonrían frente a una cámara para tomar la foto del momento que comparten una vez al año. Sin embargo, hay personas que si escogemos: esas personas son nuestros amigos y es una pareja, más de una vez me he perdido a mí misma por no perder a alguien más y hoy en día soy consciente de no dar más de lo que esté en mis manos y no aceptar menos de lo que yo merezco. A veces pensamos que estamos exagerando, pero si no somos nosotros quienes nos valoramos en primera estancia. ¿Quién lo hará?

¿Y porque el único defecto que tu tenías era yo? Porque tú siempre tuviste claro el papel que ocupaba yo en tu vida, y la culpa la tuve yo por siempre querer más de un lugar al que no pertenecía. No te culpo a ti por no haberme querido, me culpo a mí por querer forzarte a hacerlo. Entonces entendí, no me puede doler una persona a la que yo no le estoy doliendo. Hasta siempre, vida mía, y la vida, vida sería de haberla vivido contigo.

No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.

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