Maldito baile de muertos,
presiento que los gatos de la noche me sacaran los ojos.
Amor mío, escóndete esta vez.
Esos buitres no dejaron un recado.
¿Quién te dijo eso al oído?
¿Quién mintió esta noche?
¿Permites neblina frente a ti?
Presiento quedar ciego.
¿Viste? El cuervo escupe sangre.
Quédate quieta, sólo me salpicó a mí.
No asomes, rasguñarán tu cara,
no hables ahora, yo estoy más cerca.
Volteó el cuervo cuando pisé las hojas.
No hay problema estoy viendo la luna;
tu no la veas, desde aquí se ve negra.
La noche te asienta bien.
No recuerdo que tu vestido fuera morado.
No recuerdo este camino.
Esos seres quieren comer mi carne,
los buitres me trazan anillos como a Saturno.
No mencionaste que las noches aquí eran más largas.
¡Cuidado! No te acerques a ese filo,
también hay tumbas cavadas,
son ideologías puestas como trampas.
Sigo viendo a ella fijamente.
No corras, nadie se dio cuenta.
Si haces ruido irán contigo.
Hazme caso, ¿por qué cavas hoyos?
Interpretas mal los signos
aunque abras los ojos no veras nada, es de noche.
Penumbras son penumbras
y la noche desilusiona.
Casi amanece, me veré blanco.
Espero estés a salvo,
los gatos vomitan restos de ojos,
algunos corren aún.
Ahora les cuento a ellos lo sucedido.
Parecen escucharme, pero disfrutan el festín.
No desanimes, pronto me iré.
No te preocupes, desapareceré
Ese frio quema, pero se va poco a poco,
el cuerpo huye y la mente vive,
estos árboles me cubren bien.
No verán aquellos que estoy aquí.
Esos seres te aconsejaron.
No sabía que eras débil.
Me poseíste.
Sabías quien era yo.
¡Me dio miedo! Las sombras no dejan de verme.
Si escucharas lo que dicen.
Es mejor que permanezcas ahí,
son grandes, parados frente a mí.
Quisiera ver colores como lo haces tú,
sentir calor, pero no hay problema,
hoy el sacrificio lo hago yo,
hoy el sacrificio es por ti.
Quien haya escuchado, buscará y no encontrará.
Quien te vio correr, lo habrá olvidado.
Quien esté contigo, acariciará tu cabello,
quien está conmigo, viste de túnica negra..
¡No subimos! Me lleva por un túnel.
No me sorprendo, siempre vi oscuro.
Sonrío por ti, amor,
que bueno que regresaste a salvo.
Cada año volverás aquí, ¿verdad?
¿Ahora te das cuenta?
No agaches la cabeza,
déjame un clavel esta vez.
No envidio la luz,
pero sabía que era el camino correcto.
Siempre me dijo que fuiste la esposa del padre de las mentiras
Maldita seas.
No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.