Llegando no sé bien a donde.

Lo importante fue el camino.

Buscando quien sabe qué.

Disfrute del recorrido.

Unos ojos profundos me iluminaron.

Fueron toda mi compañía.

En ellos creí
cuando en nada creía.

Si hay amor, hay dolor.

Lo aprendí también, a golpes.

Así me desperté, ya no en crisis, recuperando la fe
perdida aquellas noches.

Voy a seguir, me dije.

Pase lo que pase.

Lo que quede por vivir.

Libre de equipaje.

Chau y hasta nunca a quienes
me hicieron mal, mi mayor virtud, es volver a empezar.

No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.

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