Gerardo Buendía.
Sin título. 2023. Fotografía digital.

Siempre lleva puesta una máscara.
Máscara la cual dibuja una sonrisa. 
Sonrisa que esconde el dolor en sus ojos.
Ojos que lloran por las noches para calmar el sentimiento.
Sentimiento que ahoga y oprime el pecho.

Muñeca de trapo, sucia, rota y olvidada 
se quema en el incendio. 
¿Puedes verla entre el humo y las cenizas?
Rescátala y hazla sentir especial, 
cuídala como a una muñeca de porcelana. 

Muñeca vieja y abandonada,
vestido roto y apariencia desagradable, 
llanto desolado y grito desgarrador,
sigue en el incendio y ruega por su rescate.
¿Puedes oírla entre el llanto y la desesperación? 

Tiene miedo de que un día alguien la encuentre.
Miedo al sentimiento de no ser suficiente,
de desmoronarse y que te des cuenta
de que fue una pérdida de tiempo.
Tiene miedo de pedir tu mano y quemarla pues la llama sigue ardiendo.

Está sola y ha pasado tanto tiempo
que ya no recuerda lo que es sentirse feliz.
Sentirse fuerte y sonreír de verdad.
¿Pero cómo no sentirse así cuando odia lo que ve en el espejo?
¿Cómo ser fuerte si su corazón ha dejado de latir? 

La muerte vive en sus sueños
porque la vida 
en realidad es su pesadilla,
pero no llores, muñeca, 
porque algún día alguien apagará el incendio.

Trenzará tus cabellos de estambre. 
Coserá un vestido nuevo para ti.
Reparará tus ojos de botón.
Cerrará las costuras abiertas.  
Y volverás a sentirte especial.

Prometo que parchará tu corazón de tela. 
Abrazará cuando lo necesites.
Y te hará sonreír hasta que te duelan las mejillas. 
Te dolerá el estómago a causa de la risa.
Y te sentirás viva otra vez.

Pero, hasta entonces, 
limpia tus lágrimas y recoge tu cabello,
usa tu máscara, muestra una sonrisa.
Finge estar bien, no llames la atención.
Tu tranquila que nadie nunca notará la máscara
ni tampoco sabrán lo falsa que es en realidad tu sonrisa.

No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.

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