Ilustración por Vectorstall, de Noun Project. s/f.

Ya quería salir de ese pinche departamento atascado de humo y de pendejos hablando sobre la última morra que les comió hasta los huesos. Me dices que estás bien puesta y que quieres ir a mi depa, pero te llevo a cenar a tus tacos favoritos. Tu amiga sale con la chingadera de que no le gusta el suadero, yo le sugiero que pida pastor o bistec, la carta es amplia. Ordenamos y antes de que llegue la comida ya te acabaste la horchata de litro. Insistes en que vayamos a un lugar más privado. Te quiero comer hasta los sueños. Tu amiga se vomita en el baño y nos corren de la taquería.

Camino a tu casa empiezas a cantar y haces que todo valga la pena. El próximo fin te voy a invitar a Saturno, prometo que no será un viernes en otra de esas fiestas. Bajamos, las acompaño a la puerta y, cuando estábamos cerca de besarnos, tu amiga te jala hacia dentro y azota la puerta. Regreso al Uber, el conductor me pasa un dulce y agarramos el circuito hasta Tlalpan mientras amanece y suena Carlos Sadness.

No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.

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