Gerardo Buendía. Sin título. 2022. Fotografía digital.
Frío río, ruge limpio y nunca vuelve a ser el mismo. Rompe claro entre mis manos, bautizando y encontrando todos los caminos que recitan versos escondidos, construyendo su tiempo, creando y dañando nidos.
Frío río, nunca el mismo en el valle de lo extinto. Posando su cabellera siempre al borde del abismo. Cuando el hado se revele y el barco alce sus velas, siempre el río, siempre limpio, va a estar abriendo el camino.
Y se calmó. Se hizo dios. Y marchitó todo el rencor.
No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.