No me llames.
Me he caído
en un mar
que se hunde.
No me quieras.
He visto el horizonte
cansado sobre mis brazos,
tiene tantas capas
de plástico antiguo.
En la playa me esperan
mis azares
contenidos,
los mismos pasados,
la misma espera.
No me ames.
Mi piel se rompe.
Veo las luces.
A lo lejos caigo dormido;
me acompaña
el mismo ruido,
esa palabra difusa.
Tengo miedo.
Estoy parado
sobre la voz rota
de un mito.
Murió el río.
Ayer pesqué.
No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.