Gerardo Buendía.
Sin título. 2019. Fotografía digital.

Entre los pocos pensamientos del abismo.
Entre la línea de la verdad y del cinismo,
encuentro fuerte aquel sueño escondido.
Ese sentimiento que acabarme ha decidido.

Mis labios fervientes de los tuyos
hacen a los ojos callar lo que han mirado;
y mi cuerpo, muy deseoso de tus besos,
le dice al corazón, que no lo han lastimado.

Mi alma suplica por poder tocar la tuya.
Y se embriaga mi memoria para ya olvidar,
mi consciencia se remite a tomar siestas
y la culpa se suicida por poderte amar.

Mi lengua dejó de percibir sabor alguno.
Y mi sed ahora te reclama cada instante,
mientras mis dientes sobre mi labio inferior
buscan esconder aquel fuego que iniciaste.

Mi nariz se muere por tener tu aroma.
Y mis pies se mueven en tu dirección.
Mis muslos se pelean porque has llegado.
y mi estómago se encoge de emoción.

Mi garganta deja de callar ahora.
Mis manos aprietan fuertemente en tu honor,
y tu nombre se me escapa sin censura,
mientras el cuerpo se me empapa de sudor.

Mis oídos zumban de cansancio,
mis piernas tiemblan de satisfacción.
Y mientras mis ojos se cierran agotados.
Mi boca sigue recordando tu sabor…

No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.

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