Amidst the intense noise of Mexico City, and with the sadness conveyed by a Zoom meeting, Mariana G. tells us about her experience in illustration, among other things. Mariana G. is a young illustrator. Her solemn work often evokes organic life and contemplation, like when the wind sways a tree’s branches on a sunny day.
Entre el intenso ruido de la Ciudad de México, y con la pena que pronuncia un encuentro por Zoom, Mariana G. nos platica su experiencia en la ilustración, entre otras cosas. Mariana G. es ilustradora. Su trabajo solemne eventualmente evoca la vida orgánica, la reflexión, como cuando el viento mueve las ramas de los árboles en un día soleado.
Gerardo: Vi en tu website algo sobre que trabajas rodeada de plantas en un escritorio blanco en la CDMX. Eso me da la impresión de que más que ser una frase devela parte de tu personalidad. Primero, por el acento de la ciudad. Esta es una ciudad caótica, folclórica, sin plantas. Y luego porque imagino tu escritorio como una cosa mística e impoluta, a la que no le llega el ruido ni el polvo, dónde la magia sucede, donde el color vive más bien a través de lo que haces. Me pareció interesante.
Mariana: Pues, cuando escribí ese texto… Fue hace como dos años, o tres. Todavía no vivía donde vivo ahora. Vivía con un roomie. Y fue justo en la pandemia. Fue mi primer departamento luego de vivir con mis papás. Entonces, mi casita era mi lugar seguro. Nos volvimos locos y compramos muchas plantas. En mi cuarto tenía muchas plantas. Era un espacio que me gustaba mucho. No necesariamente que no le entrara el polvo ni el ruido, porque… Ciudad de México, ¿no? Pero, pero, si era un lugar que me gustaba mucho. Y hace un año me mudé a otro departamento. Me traje todas mis plantas. Creo que más bien… No sé si sea algo que se refleje en mi trabajo. Siento que sí. Siento que generalmente le pongo plantas a cosas que dibujo. No siempre. No sé si es inconscientemente, pues. Pero, si trato de que mi espacio esté bonito, que me guste. Pues, es que es como cuidar un ser vivo, ¿no? No quiero sonar como la mamá de las plantas, pero pues tienes que cuidarlas, regarlas, que no se te ahoguen, que ya se te secó. Para mí las plantas… Era una forma de hacer mi casita, de que fuera mía después de haber vivido con mis papás. Y creo que es por ahí.
Gerardo: I read something on your website about you working surrounded by plants on a white desk in CDMX. It gives me the impression that more than a phrase, it reveals part of your personality. First, because of the idea of the city. Mexico City is a chaotic, folkloric city, with not a lot of foliage. And then because I imagine your desk as being a mystical and pristine space, where noise and dust do not reach, but rather where magic happens, and color lives through what you do. I found it to be an interesting comparison.
Mariana: When I wrote that text… It was like two or three years ago. I still didn’t live where I live now. It was during the pandemic, and I lived with a roommate. It was my first apartment after moving out of my parents’ home. So, it was my safe place. My roommate and I bought a lot of plants. I had many plants in my room. I liked the space very much. It didn’t necessarily block dust or noise, because… Mexico City, right? But it was a place that I really liked. And a year ago I moved to another apartment. I brought all my plants with me. I don’t know if it is something that is projected in my work. I think it could be.
Mariana: I feel like I usually have plants on my drawings. Not always. I don’t know if I add them unconsciously. Regardless, I do try to make my space pretty, to my liking. Well, it’s like taking care of a living thing, right? I don’t want to sound like a plant mom, but you must take care of them, water them, check that they don’t drown or dry up. For me, having plants was a way of creating my own home after living with my parents. And I think that’s what it is.
Gerardo: ¿Ha sido siempre ese ambiente desde que comenzaste?
Mariana: Pues, digamos que en esencia es lo mismo porque, pues, me traje mis muebles, pero también es distinto. Porque hay menos plantas, hay otras cosas, está mi perrita que no la tenía antes. Entonces, se ha adaptado un poco.
Gerardo: ¿Y cómo fue que te diste cuenta que podías ser ilustradora?
Mariana: Pues, la verdad nunca pensé dedicarme a esto porque no dibujaba. O sea, yo me acuerdo que en la universidad no dibujaba nada porque yo decía que no sabía dibujar. Tampoco digo que ahora sepa dibujar, pero, no me gustaba. Me pasé toda la universidad así sin dibujar. Y al final de la carrera cuando me preguntaban a qué me quería dedicar siempre respondía que diseño editorial. No sabía qué era eso. Pero, lo decía…
Gerardo: ¿Sólo por decirlo?
Mariana: Si. O sea, para que ya no me sugieran preguntando cosas. Para que la gente no pensara que no sabía qué hacer con mi vida. Entonces, pues ya. Comencé a trabajar desde antes de salir, en cosas de diseño. Puro diseño. La verdad no me gusta diseñar, pero tenía que trabajar en algo. Y de repente me quedé sin trabajo por 6 meses. Aún vivía con mis papás. Aproveché para tomar cursitos, talleres, porque todavía no era adulto funcional que pagaba cosas. Entonces, tuve chance de tomar cursos. Y tomé uno un día con un colectivo que se llama Enhebra. Es una pareja, creo que de Cuernavaca. Vinieron a la ciudad a dar un curso de pigmentos naturales. Estuvo muy bonito. Me metí y pues… Tenías que dibujar. ¡Al final si tenías que dibujar cosas! Pues, para pintar con los pigmentos.
Gerardo: Has it always been that environment since you started?
Mariana: Well, let’s say that essentially, it’s the same because I have the same furniture, but it’s also different because there are fewer plants, and now there are other things like my dog who I didn’t have before. So, it has changed a bit.
Gerardo: And how did you realize that you could be an illustrator?
Mariana: Well, the truth is I never thought I would dedicate myself to this because I didn’t use to draw. I remember in university I didn’t draw anything because I used to think that I didn’t know how to draw. I’m not saying that I know how to draw now, but I used to dislike it. I went through university without drawing anything. And at the end of my degree, when people asked me what I wanted to do, I always answered something like editorial design. I didn’t know what it was. But I said it…
Gerardo: Just to say it?
G: Uh. Si, claro.
M: Ah, pero antes. Hice mi servicio en San Ildefonso. Fue una época muy bonita. Me gustaba ir al centro. Recuerdo que dibujaba las puertas y ventanas del centro en una libreta que no le enseñaba a nadie porque me daban pena mis dibujos. Entonces, después de entrar al curso, empecé a dibujar. Y ahí en el curso hice algo y me dijeron: «oye, ¿por qué no te dedicas a esto?». Y yo… Nunca se me había pasado por la cabeza. Siento que es como, ¿aprobación? Como que estar esperando que otra persona te dijera que vas bien. Siento que eso me ayudó a pensar que podía hacerla por ahí. Y ya. Después empecé a tomar otros cursos. Tomé uno con Fernanda Castro, un taller de ilustración digital. Y, pues, desde ahí ya valió porque empecé a hacer ilustración. Después entré a una agencia de publicidad, llegaban proyectos ilustrados que me pasaban a mi. Estuve ahí 4 años. Renuncié. Y estuve de freelance de ilustración luego. Siempre digo que soy ilustradora por azar, porque nunca me imaginé dedicarme a esto y que me gustara hacerlo.
Mariana: Yes. I guess I said it so that they would stop asking me questions, so that people wouldn’t think I didn’t know what to do with my life. So yeah, I started working in design before graduating university. Just design. Honestly, I don’t like designing, but I had to do something for a living. Suddenly I was out of work for six months. I was still living with my parents, so I took advantage of that to take courses and workshops, because I was not yet a functional adult that had to pay for things. One day I had the opportunity to take one taught by Enhebra Collective. They’re a couple from Cuernavaca who came to the city to give a workshop on natural pigments. It was very nice. I enrolled and, to my surprise, I had to draw. Turns out you had to draw things before you could paint with the pigments!
G: Uh. Yes, of course.
M: Oh, but before that I did my service hours in San Ildefonso. It was a beautiful time. I liked going downtown. I remember I used to draw the doors and windows of downtown buildings in a notebook. I didn’t show anyone because I felt embarrassed. Anyway, after entering the workshop, I started drawing. And during the workshop I drew something, and I was told: “Hey, why don’t you dedicate to this?” It had never crossed my mind. I felt like a sense of…Approval? It was like I was waiting for another person to tell me that I was doing well. I feel like that helped me realize I could make it out there. And that was it. I started taking other workshops. I took a digital illustration workshop with Fernanda Castro, and I started doing illustration from there… After joining an advertising agency, I oversaw the illustration projects that arrived at the agency. I worked there for four years, I quit and became a freelance illustrator. I always say that I’m an illustrator by chance because I never imagined dedicating myself to this and that I would like it.
G: Y, por ejemplo, ¿cómo ha sido el salto de pasar de tu cuaderno a ya tener clientes, encargos, cosas complejas? ¿Cómo te llega tu primer encargo? ¿En la agencia?
M: No sé. No sé. No sé cómo estoy aquí. Es que cuando me quedé sin trabajo y empecé a dibujar tenía mucho tiempo para pensar cosas, tenía tiempo para producir. Y, pues, todo lo subía a Instagram. Pero, todo era muy personal. Era como para mi, ¿sabes? Después llega la agencia y me empiezan a pasar proyectos. Pero, no eran míos. Entonces, empecé a mandar books. Así: mil correos. Sólo me respondían cinco, ¿no? Y de esos cinco se arman dos proyectos. Y así, mandando mi book mil veces. Creo que mi primer proyecto fue un libro. No recuerdo de qué. Una niña gimnasta que tiene síndrome de Down. Eran unas viñetas que hice, pero no recuerdo si era para un libro de texto. A partir de ahí, también tomé un diplomado de ilustración experimental. Creo que esta carrera es un poco-mucho de contactos. No quiero decir que la gente del gremio no sea talentosa, lo son, pero, también es mucho de que te conozcan o te recomienden. Entonces, entre que mandaba books, entre que conocía gente en el diplomado que me recomendaba a clientes. O sea, se va haciendo una cadena. Uh. No sé cómo ha sido pasar de mi libreta a algo más complejo.
G: Y cuando empiezas un proyecto nuevo, ¿qué es lo primero que haces?
M: Pues, es que hago más ilustración editorial. Entonces, primero me pasan el abstract o el texto que vaya a ilustrar. Pues, es leerlo, anotar las palabras clave y a partir de ahí conceptualizar. Pero, todo en escrito, y ya después empezar a hacer bocetos. Pero, bueno, mis bocetos son de puros palitos y bolitas. Solamente yo los entiendo. Ya después trabajo en digital. Es que depende del encargo. Por ejemplo, para animaciones normalmente te pasan el storyboard, te dan un moodboard, te explican. Y yo me encargo sólo de hacer los dibujos, no es tanto conceptualizar. Entonces, depende.
G: Claro, además, imagino que hay proyectos que te llegan y que de pronto no sabes para donde. Tienes la hoja en blanco y no sabes qué hacer.
M: Si. Si. Si. Muchas veces. Porque, por ejemplo, en los proyectos animados a mi me ayuda mucho que me den el storyboard. Para tener elementos. Me acuerdo que en la pandemia me buscaron para una animación, pero no me dijeron nada. Sólo me dijeron cómo: «en primer plano esto, en segundo plano no sé qué». Si me acuerdo que entré en crisis porque no sabía ni qué hacer. Estaba muy en el aire. Depende mucho también de en qué momento esté, si estoy abrumada por algo, o si tengo un bloqueo creativo; me cuesta mucho llegar a algo que me guste.
G: Me parece algo que usualmente no se habla, ¿no? Digo, siempre se habla de los resultados, de lo chido que es el producto, pero pocas veces se habla que detrás de todo ello hay una carga emocional bastante dura que a veces te impide hacer las cosas.
M: Ya sé. Si. Yo soy la niñita del meme. La güerita que está dibujando y llorando.
G: Gran meme.
M: Ayer, justo, estaba hablando con unos amigos de que está feo y muy raro como, por ejemplo, en Instagram… La gente siempre piensa, tanto como yo cuando veo otros ilustradores como: «mira, siempre tiene trabajo, y está sacando estas cosas». Cuando a lo mejor también está sufriendo, no tiene trabajo, o que como dices, hicieron un proyecto y detrás tenían cosas emocionales que lo volvieron muy pesado. En las redes sólo ves lo bonito.
G: Siempre vemos un perfil inmaculado al que siempre le va chido. Y de pronto vemos proyecciones de encargos y pensamos que al ilustrador le va muy bien, que pudo hacer lo que él quiso, que tuvo un cliente a toda madre, que vive bien, sube fotos en la Roma echándose un café.
M: Pues, si, como que muchos pasamos por eso. O sea, no a todos les funciona el freelance. O no a todos les funciona bien trabajar en casa. A mucha gente no le gusta ser freelance porque hay mucha incertidumbre. Pero, siento que todos pasamos por tener un trabajo estable y aparte ser freelance. Entonces, la gente piensa que te está yendo bien porque estás haciendo cosas chidas y más bien es que además de esos proyectos tienes otro trabajo que paga las cuentas. No sé. Es complicado.
G: And, for example, how was the leap from your notebook to already having clients and more complex assignments? How did you get your first work as an illustrator? At the agency?
M: I don’t know. I don’t know. I don’t know how I’m here. I mean, It’s just that… When I lost my first job and started drawing, I had a lot of time to think, I had time to produce. And, well, I posted everything on Instagram. But everything was very personal. It was more for me, you know? Then the agency started giving me projects. But they weren’t mine. So, I started sending a thousand emails with my portfolio. They would answer five, and from those five, only two would go through. And like that, I was sending my portfolio a thousand times. I think my first project was a book. I can’t remember about what. A gymnast girl who has Down syndrome. I did some cartoons for it, but I can’t remember if it was for a textbook. From there, I also took a postgraduate degree in experimental digital illustration. I think this career is about meeting people. I don’t want to say that people in this field lack talent, they are talented, but it comes down to recommendations and being known. So, it was between sending my portfolio and meeting people in graduate school who recommended me to clients. It’s about networking. Uh. I don’t know how it’s been to go from my sketchbook to something more complex.
G: And when you start a new project, what is the first thing you do?
M: Well, nowadays I do more editorial illustration. So, first, they give me the abstract or the text that I’m going to illustrate. I read it and write down key words. From there I start conceptualizing. Everything is in text first, and then I start making sketches. But, well, my sketches are mostly sticks and circles. I’m the only one who understands them. Afterwards, I moved to working in digital. It always depends on the brief. For example, for animations they normally give you the storyboard and a mood board, they explain everything to you and I’m only in charge of producing the drawings, not so much conceptualizing. So, it depends.
G: Of course, I also imagine there are projects that come to you and suddenly you don’t know where to start. You have a blank page, and you don’t know what to do.
M: Yes. Yes. Yes. Many times. Because, for example, in animation projects, it really helps to have a storyboard, elements to work with. I remember that during the pandemic they commissioned me for an animation, but they didn’t give me any details. They just said something like: “In the foreground this, in the background that.” I remember having a crisis because I didn’t know what to do. Everything was up in the air. It also depends a lot on the state of mind I’m in, if I’m overwhelmed by something, or if I face a creative block; it’s hard to produce something that I like.
G: Hablando de otras cosas, ¿crees que los avances de la IA afecten la industria del diseño y la ilustración en este momento?
M: No sé. Tengo sentimientos encontrados. Tengo que confesar que cuando salió todo eso… Pues, es que están muy cañonas. Te generan imágenes super bonitas, super trabajadas. Entonces, siento que, o sea, una parte de mi me dice algo como: «me van a quitar el trabajo». Pero, otra… Lo siento como muy del futuro. Supongo que de cierta manera facilita llegar a ciertos resultados. Y a la vez te obliga a actualizarte. Está muy loco. Creo que no respondí.
G: ¿Prefieres un café o una chela?
M: Es que nunca le digo que no a una chela. Porque el café… Llega un punto en la noche en que no puedo dormir.
G: Veo en tu trabajo gran variedad de colores. Me da la sensación de que no tienes una paleta de colores fija. Como que tratas de experimentar en tus trabajos, no sólo por eso sino por las texturas o trazos. Como que vas probando cosas nuevas.
M: Creo que llegar a una paleta de colores es algo que me cuesta trabajo. Como que cuando estoy en el proceso más o menos me doy una idea. Pero, si es algo a lo que me cuesta trabajo llegar. Trato de no casarme sólo con unas tonalidades, porque siento que cada proyecto exige distintos elementos para que a las personas les llegue este mensaje. Entonces, pues, si, siento que no todos los trabajos deben llevar la misma paleta. Y, si tengo tiempo, trato de explorar nuevas cosas. Pero, no siempre. A veces el cliente te dice que lo quiere para pasado mañana. Y pues no me voy a poner a explorar cosas nuevas. Por practicidad voy a hacer lo que me haga sentir cómoda. Trato de aprovechar si tengo chance.
G: Leo en tu trabajo una dinámica bien curiosa en las ilustraciones. Como de que vas en tu día a día y se te van ocurriendo ideas todo el tiempo. Tal vez unas no cuajan, pero me da la sensación de que siempre andas pensando cosas. Veo esa dinámica en tu trabajo.
M: Es muy raro escuchar lo que interpretan los demás. No es como que la gente me esté diciendo cosas todo el tiempo, ¿no? Pero, cuando me dicen algo a veces siento que no soy yo. Como si estuvieran hablando de otra persona. O sea, por ejemplo, siento que eso que dices me pasaba cuando empezaba a dibujar, que decía: «esto lo voy a dibujar así o así». Pero, pues, después ya no. Últimamente me abruma mucho el tiempo y el trabajo. Aunque intento, justo, ejecutar las cosas que traigo en la cabeza. Antes era más, pero trato.
G: ¿Llevas un sketchbook a todos lados? ¿Dibujas todo el tiempo?
M: No. Sé qué hago ilustración, y que mi trabajo es dibujar. Pero, no soy como esos ilustradores que se la pasan dibujando todo el tiempo. Y que van al café y dibujan. No. Me sigue dando pena que me vean dibujar.
G: ¿Tienes alguna referencia?
M: Si, si. Siento que también es por las redes. A mi me gusta mucho usar texturas. Por ejemplo, hay una ilustradora oriental que me gusta mucho. Lisk Feng. Cuando empecé a dibujar veía su trabajo y veía texturas que me gustaban. Entre que ves trabajos de otros ilustradores y ves lo que hacen. Siento que inconscientemente te nutres de otros artistas.
G: ¿Esa referencia viene sólo de ilustradores o también de cosas cotidianas?
M: Pues, estudié diseño y creo que es una carrera muy visual. Pero, yo recuerdo que mis compañeros decían: «me inspiro en esto y lo jalo y lo voy a hacer aquí». Y la verdad es que yo no. Como que conscientemente no lo hago así. Siento que es algo muy inconsciente. O sea, hasta en tus conductas. La gente que te rodea.
G: Me gustaría hablar de una de tus piezas, la que hiciste para Malvestida, para el 8M del 2022. Me parece una ilustración muy potente. Como que… Siento que congrega ya un bagaje que tiene es ahí muy tuyo. No hablo por los colores solamente, sino por la composición y el lenguaje, se sienten tuyos. Hay allí un background muy interesante. O por ejemplo, una que habla sobre, ¿cigarros? Una para Elena Garro. También creo que tiene todo eso pese a ser muy distintas se leen muy tuyas. Tienen una expresión bastante sensible.
M: Es muy raro eso. Pues, siento que se va a escuchar muy cursi o muy cliché. Siento que el estilo es algo que se va dando. Personalmente, no es algo que diga: «mi estilo va a ser así y así». Siento que se va dando. Como lo estás haciendo tú y traes cosas cargando, siento que se imprime en lo que haces. Por ejemplo, yo trabajo en Photoshop y siento que me permite hacer todo más orgánico. O sea, si he hecho ilustración vectorial. Pero, no me siento muy cómoda porque siento que no quedan tan humanas las ilustraciones. Aunque por otro lado, admiro mucho a los artistas que tienen un estilo para cada proyecto. No entiendo cómo funcionan sus mentes. A mi me cuesta mucho trabajo entender cómo lo hacen y creo que también está muy chido, siento que no se cierran. O sea, siento bonito eso del estilo y el lenguaje porque siento que cuando me buscan es por eso. Es bonito eso. Pero, también creo que está muy chido no casarte con algo. Porque tienes un abanico más amplio. Y más allá de que si tienes más trabajo o más dinero, puedes ofrecer más cosas. Y eso está muy cañón. Siento bonito cuando se acercan y me dicen: «vimos tu trabajo y mira, tenemos este proyecto, y puede matchear muy bien y por eso te buscamos».
G: Siempre me ha encantado esa forma de trabajar de algunos artistas de ir variando y de… De responder no sólo con distintos recursos visuales sino con diferentes métodos. Creo, si, creo que eso también es un lenguaje en sí mismo.
M: Por ejemplo, a mi me gusta mucho el trabajo de Manuel Bueno. Mucho. Tiene un par de meses, creo que desde enero. Empezó a hacer un dibujo por día de cosas que le pasan, pero cada mes con un estilo diferente. Y, o sea, más allá de que su retícula se ve muy bonita, ¡está muy cañón! Porque, todo es diferente, pero se ve que es de Manuel Bueno, pero son distintos estilos. Siento que si es así. Siento que está muy loco el que las personas puedan hacer eso.
G: It seems to me like something that is not usually talked about, right? I mean, people always talk about results, about how great the product is, but rarely do they talk about the heavy emotional burden behind it all, which sometimes prevents you from doing things.
M: I know. Yes. I’m the girl from the meme. The one with the child drawing while crying.
G: Great meme.
M: Yesterday, precisely, I was talking with some friends about how strange it is, for example, on Instagram… People always think, and I do this too when I see other illustrators: “Look, they always have work and they’re putting out these other things.” When maybe they’re also suffering, don’t have a job, or, as you say, they put out a project, but behind it they had emotional things that made the process very heavy. On social media, you only see the beautiful side.
G: We always see a flawless profile that is always doing good, you know? And we see them get commissions and we think that the illustrator is doing well, that he or she has creative freedom, awesome clients, lives a good life, posting photos at a coffee shop in Roma.
M: Well, yes, I think many of us go through that. I mean, freelance is not for everyone. Or working from home. A lot of people don’t like being freelancers because there is a lot of uncertainty that comes with it. But I feel like a lot of us [illustrators] go through a phase of having a stable job and a freelance side hustle. People think that you’re doing well because you’re doing cool stuff but in fact you have another job that pays the bills. I don’t know. It’s complicated.
G: Speaking of other things, do you think the advances on AI are having an impact on the design and illustration industry right now?
M: I don’t know. I have mixed feelings. I must confess that when all this came out… I found them to be very hot. AI generates beautiful images, very well developed. So, I feel like a part of me wants to say something like: “I could lose my job.” But another part of me thinks AI is very much of the future. I suppose that in a certain way it’s a tool that facilitates reaching certain results. And at the same time, it forces you to stay updated. Very crazy. I think I didn’t answer.
G: Do you prefer coffee or beer?
M: I never say no to beer. Because coffee… There’s a point at night where it won’t let me sleep.
G: I can appreciate a great variety of colors in your work. It seems to me that you don’t have a fixed color palette. It’s like you try to experiment with your work, not only in that sense but also in the textures or strokes. It’s like you’re always trying new things.
Mariana: I think reaching a color palette is something that takes a lot of work for me. I get a glimpse when I’m in the process. But it’s something difficult for me to reach. I try to not marry a specific tonality, because I feel like each project requires different elements to convey a message that reaches specific people. So, yes, I feel like not all works should have the same color palette. I try to explore new things if I have time in a project. But that’s not always the case. Sometimes a client will tell you that they want something for the day after tomorrow. In that case I’m not going to start exploring new things. For practicality I will rather do what makes me feel comfortable. I try to take advantage of it only when I have a chance.
G: I can read in your work a very curious dynamic with the illustrations. Like you are about your day to day and ideas come to you all the time. Maybe some don’t come together, but I get the feeling that you’re always thinking about things. I see that dynamic in your work.
M: It’s weird to listen to what others interpret about my work. It’s not like people are telling me things all the time, but when they say something, sometimes I feel like it’s not me. It’s more as if they were talking about someone else. For example, I feel like what you’re saying is something that used to happen to me when I started drawing, where I would say “I will draw this like this or like that.” But that is no longer the case. Lately, time and work overwhelm me a lot. Although I try to execute the things I have in my head, I used to do it more often before, but I try.
G: Do you carry a sketchbook with you everywhere? Do you draw all the time?
M: No. I know I do illustration, and my job is to draw. But I’m not like those illustrators who are drawing all the time and go to coffee shops to draw. No. I still feel shy drawing in public.
G: Do you have any references?
M: Yes, yes. I feel that it is a lot through social media. I really like using textures. For example, there is an oriental illustrator that I really like. Lisk Feng. When I started drawing, I would look at her work and see textures I liked. Between seeing other illustrator’s works and what they do, I feel like you unconsciously feed off them.
G: Does that reference come only from illustrators or also from day-to-day things?
M: Well, I studied design and I think it’s such a visual career. But I remember that my colleagues used to say: “I pull inspiration from this and I’m going to do it here.” And the truth is that I don’t do that. It’s like I don’t consciously do it that way. I feel like it’s more unconscious. It’s more in my behaviors and the people that surround me.
G: I would like to talk about one of your pieces, the one you did for Malvestida, for 8M 2022. I find it to be a very powerful illustration. It’s like… I feel that it already gathers a baggage that is very much yours. I’m not just talking about the colors, but also because of the composition and the language, they feel yours. There is a very interesting background there. Another example, the one that talks about cigarettes. The one for Elena Garro. I also think that it shows that, despite both being very different, they read as yours. They have quite a sensitive expression.
M: That is very strange. Well, I feel like – this is going to sound very cheesy or very cliché – I feel that style is something that evolves. Personally, it’s not something that I state: “My style is going to be like this and this”. I feel like it’s something that happens. I feel that stuff you’re carrying while you’re doing things gets imprinted on what you do. For example, I work in Photoshop and I feel that it allows me to make everything more organic. I’ve also worked in vectorial illustration, but I don’t feel as comfortable because I feel that the illustrations don’t look very human. On the other hand, I really admire artists who have a style for each project they work on. I don’t understand how their minds work. It’s difficult for me to understand how they do it and I also think it’s very cool that they don’t close off to a particular style. I mean, I feel good about having a style and language because I feel that when they look for me it’s because of that. That’s nice. But I also think it’s awesome not marrying a style because you have a wider range. And beyond getting more work or more money you can also offer more and that is very cool. It’s nice when they approach me and say: “We saw your work and look, we have this project, and it can be a very good match and that’s why we thought of you.”
G: Por cierto, estás también en otros proyectos, ¿no? Mala Fanzine y otros.
M: Pues, Mala, está en el limbo. Es un fanzine que gestioné con una amiga. Porque, o sea, nosotras no hicimos nada gráfico, sólo gestionamos. Con mi amiga, Marícarmen Zapatero. Ella me dijo: «tengo ganas de hacer un fanzine, podemos invitar a chicas, ilustradoras emergentes». Porque la ilustración tiene círculos muy cerrados y muy chiquitos. Como que a veces cuando uno va empezando es como: «¿cómo empiezo? ¿A quién le mando mi book? ¿Cómo lo hago?». Entonces, empezamos a invitar a chicas que estuvieran emergiendo. Me acuerdo que lo planeamos en septiembre del 19 y lo íbamos a lanzar en marzo del 20. Una semana después llegó la pandemia. Como que todo se paró, se frenó. Y ahorita está en pausa. Me gustó mucho cuando lo hicimos. Aparte es bonito hacer una red, hacer vínculos con gente que trabaja en lo mismo. Me acuerdo que el volumen no. 2 lo sacamos a la mitad de la pandemia e hicimos una dinámica de redes. Creo que les hacíamos preguntas y ellas subían contenido. Y fue bonito porque como que muchas personas se identificaban con lo que ellas decían. Y fue bonito conectar así, porque si te pones a platicar ves que no estás sola, que alguien está sintiendo lo mismo que tu. Y eso, aunque suene cursi, es bonito, es lo que me gustaba. Esa conexión.
G: ¡Si!
M: El otro proyecto, creo que es el de Dōjō MX.
G: Ese, si.
M: Pues, ese es de unos amigos. Ellos tienen ese estudio. Lleva 4 años, y pues ahorita estoy con ellos. Fue muy raro. A ellos les mandé mi book como en el 21, yo creo. Ajá. Y me contestaron. Me dijeron que les había gustado mi trabajo. Y bueno. Hicimos una colaboración para ver cómo trabajamos juntos. La hicimos, nos caímos bien, nos vimos en videollamada, todo nice. Y en el 22 me dijeron: «oye, hay que ir a comer». Y me faltaban dos o tres meses para que se acabara el contrato de mi renta. Les dije que andaba buscando en no sé cuáles colonias y me dijeron: «¡ah, pues, nosotros vivimos ahí!». Primera coincidencia. No sé. Me gusta encontrarle señales al universo. La cosa es que terminamos siendo vecinos. Y este año ya me dijeron que si quería formar parte del estudio. También ha sido un reto porque me están enseñando a animar. Yo nunca lo había hecho. Y es un reto porque a veces me frustro, a veces no es fácil. Yo les agradezco que me hayan dado la oportunidad de estar ahí. Nos hicimos amigos y eso es bonito. Porque somos muy parecidos. Ha fluido muy bien.
G: ¡Qué loco! Me resulta muy romántico eso, como muy mágico y muy accidental.
M: Uh. Si.
G: Me pone a pensar, ¿has hecho ilustración colaborativa en algún momento?
M: Si. Pero, es bien complicado. En la primera trabajé con mi amiga en el fanzine. Lo hicimos entre las dos. Nuestra solución fue que ella hacía una página y yo otra. O sea, si nos pusimos de acuerdo para el tema y eso, pero esa fue nuestra solución. Y en otra ocasión fue para un corto. La otra chica, Gaby Orozco. Es también ilustradora, super talentosa, super linda. Ella conceptualizaba la ilustración, pero no como boceto, sino como ilustración y ya yo iba poniendo elementos y trazos. La verdad como que no entiendo todavía cómo funciona una colaboración en ilustración, porque de pronto siento que una colaboración es como un cadáver exquisito. No sé.
G: I’ve always loved that approach from some artists, of constantly changing and responding not only with different visual resources but also with different methods. I believe that is also a language of itself.
M: For example, I really like Manuel Bueno’s work. I like it a lot. For a couple of months, I think since January, he’s been doing a drawing per day about day-to-day things, but each month in a different style. And, I mean, beyond the fact that his grid looks very nice, it’s also impressive! Because everything is different, but you can tell it’s from Manuel Bueno, even though the drawings are in different styles. I feel it’s like that. It’s crazy how people can do that.
G: By the way, you’re on other projects, aren’t you? Mala Fanzine and…
M: Well, Mala is in limbo. It’s a fanzine that I started with a friend. We didn’t do anything graphic wise, we just managed it with my friend, Maricarmen Zapatero. She told me: “I feel like making a fanzine, we can invite emerging female illustrators”. The illustration field is very closed off and moves in small circles. Like, sometimes when you’re starting out, it’s like: “How do I start? Who do I send my portfolio to? How do I do it?”. So, we began inviting girls who were starting out. I remember that we planned it in September 2019, and we were going to launch it in March 2020. A week later, the pandemic started. Everything just stopped. And right now, the project is on hold. I really liked it when we did it. Besides, it’s nice to create a network, build connections with people who work in the same field. I remember we released Volume 2 in the middle of the pandemic, and we did a social media activity. We asked them questions and they uploaded content. It was nice because many people identified with what they were saying. And it was beautiful to connect like that, because when you start talking, you realize that you’re not alone, that someone else is feeling the same way as you. And that, even if it sounds cheesy, is beautiful, that’s what I liked. That connection.
G: Yeah!
M: The other project I guess is Dōjō MX.
G: That one, yeah.
M: Well, that project belongs to some friends. That’s the name of their studio. It’s been open for four years. I’m working with them now. It was very strange, I sent them my portfolio around 2021, I think. Yeah. And they replied. They told me they liked my work. And we did a collaboration to see how well we worked together. We did it, we got along well, we had video calls, everything nice. In 2022, they said: “Hey, let’s go out for dinner.” And I had two or three months left on my apartment contract. I told them I was looking to rent in some neighborhoods, and they said: “Oh well, we live there!” That was the first coincidence. I don’t know, I like reading signs from the universe. The thing is, we ended up being neighbors. And this year, they asked me if I wanted to be part of the studio. It’s also been a challenge because they are teaching me animation. I had never done it before. And it’s a challenge because sometimes I get frustrated, sometimes it’s not easy. I’m grateful for them giving me the opportunity to be there. We became friends and that’s beautiful. Because we’re very similar. It has flowed very well.
G: That’s crazy! That sounds so romantic, like magical and accidental.
G: Hay una visión muy individualizada, creo, en torno de la ilustración. Como que casi no veo colaboraciones.
M: Si, es que es bien complicado porque cada ilustrador tiene sus procesos, su paleta, sus herramientas. Siento que es un trabajo muy solitario y justo por eso es complicado. Es complicado entender cómo funciona una colaboración así.
G: Me imagino. Uh. No sé. La verdad no había pensado en eso. Pero… Entre otras cosas, si alguien te pidiera un consejo. Alguien que va empezando. ¿Qué le dirías?
M: Que aguante vara. Si, bueno, siempre he creído que esta carrera es de resistencia. Al menos en mi experiencia ha sido mandar mil books, y entre que no te contestan o si, pero te dicen: «si me gusta tu trabajo, pero ahorita no tengo proyectos». Y a veces piensas que estás haciendo las cosas mal, que seguro trabajas bien feo. Pero, también es de paciencia. O sea, yo a los Dōjō MX les mande correo en el 21 y apenas entré a trabajar con ellos. O sea, hubo proyectos en medio, pero pues es así. Siento que es constancia. No hay de otra. Y, va a sonar cursi, pero si ya encontraste algo que te gusta, no lo sueltes.
G: Como confianza en lo que haces, ¿no?
M: Ajá.
G: It makes me think… Have you ever done a collaborative illustration at some point?
M: Yes. But it’s very complicated. In the first collab, I worked with my friend on the fanzine. We did it between the two of us. Our solution was that she would do one page and I would do another. We did agree on the topic first, but splitting it was our solution. Another time, it was for a short film. The other girl, Gaby Orozco, also an illustrator, super talented and super cute, conceptualized the illustration not as a sketch but as a finished illustration, and then I added elements and strokes. I still don’t quite understand how collaboration works in illustration because sometimes I feel that collaboration is like a game of exquisite corpse.
G: There is a very individualized vision, I think, around illustration. I hardly see collaborations.
M: Yeah. It’s very difficult because each illustrator has his or her own process, palette, and tools. I feel like illustration is a very lonely job and that’s why it’s complicated. It’s difficult to understand how collaborations work in that way.
G: I could imagine it. Uh. I don’t know. I honestly hadn’t thought of that. By the way, could you give us any advice? For someone who is just starting in illustration. What would you say to them?
M: To endure the challenges. Yes, well, I’ve always believed that this career is about endurance. At least in my experience, it has been about sending thousands of portfolios, and either you get a response, or you don’t. Or they say: “’I like your work, but I don’t have any projects right now.” And sometimes you think you’re doing things wrong, that your work is probably horrible. But it’s also about patience. For example, with Dōjō MX, I sent them an email in 2021 and I just started working with them now. I mean, there were projects in between, but that’s how it goes. I feel it’s about consistency. There’s no other way. And it may sound cheesy, but if you’ve already found something you love, don’t let it go.
Gerardo: Por último, ¿cómo ves el panorama académico de la ilustración y diseño? Se están creando muchas nuevas escuelas de diseño e ilustración, pero el medio es el mismo. Luego no vemos muchos ilustradores emergentes en las carreras sino hasta que salen.
Mariana: Justo estaba hablando eso con mis amigos. Y me viene a la cabeza un chico que conocí de redes. O sea, no lo conozco en persona. Se llama Rallón. Y por lo que podemos ver está terminando la carrera o la acaba de terminar y su trabajo está super-super pro. Y no sé si es porque te da pena subir lo que haces y, pues, eso te hace invisible. O que el gremio está demasiado centralizado. De las escuelas no te sabría decir. Pero, pienso que en la FAD han salido muchos rockstars muy buenos. Por lo menos en mi universidad los profesores luego ni ejercían y obviamente no sabían cómo estaba la oferta profesional afuera. No quiero demeritarlos, pero pues no sabían cómo eran los clientes. No sé. Pues, sabemos que el sistema educativo en México no está muy bien. Es complejo.
Gerardo: Finally, how do you foresee the academic panorama of illustration and design? Many new design and illustration schools are being created, but the medium is the same. We often don’t see many emerging illustrators in their careers until they graduate.
Mariana: I was just talking about that with my friends. And it makes me think of a guy I met through social media. Like, I don’t know him in person. His name is Rallón. From what we can see, he’s either finishing his degree or just finished it, and his work is super-super professional. I don’t know if it’s because you feel embarrassed to show your work at first and, well, that makes you invisible. Or maybe the industry is too centralized. I can’t speak about the schools. But I think that many talented rockstars have come out of FAD (Faculty of Design). At least in my university, the professors didn’t practice the profession and obviously didn’t know what the market was like. I don’t want to discredit them, but they didn’t know how working with clients was like. I don’t know. Well, we all know that the education system in Mexico is not in good shape. It’s a complex topic.
No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.