Conformada como un mensaje íntimo en clave cotidiana, Repertorio de objetos tristes, de Itzel Gil Quijano, consiste en la instalación de una serie de objetos funcionales-artísticos que reflejan la precariedad del sistema económico y su fuerza sobre el individuo. Remarcando el exorbitante desequilibrio emocional-laboral que sus dinámicas generan.
Sin pretender atribuirle a esta serie connotaciones agudas, retóricas o rebeldes, más bien esta serie se desdobla suavemente, enfatizando la cruda y brumosa condición del ser humano dentro del entramado cotidiano, como un retrato hecho a partir de objetos que, por su naturaleza, fueron primeramente creados para quehaceres específicos, y luego transformados desde su subtexto para criticar y desmenuzar la relación sistema-sujeto. Como un juego profundo y personal en cuya raíz se manifiesta la voluntad voraz sobre la que se articula la noción de presente, futuro y sus contrastes.
La exposición teje, oportunamente desde su recorrido, este lazo fantasmal de tristeza-dolor con el día a día, con sus esencias, construyendo puentes a través de las frases, de sus propiedades materiales y su comportamiento dependiente, con distintas sensaciones ligadas a la inestabilidad y la existencia: cómo es la explotación sistemática en el terreno laboral, la incertidumbre, la inseguridad, y el constante deseo como síntoma de resignación y de encuentro con el yo.
Todavía se puede visitar Repertorio de objetos tristes hasta el 25 de noviembre en TAJO Taller. Misantla 33, Roma Sur, Cuauhtémoc, 06760, Ciudad de México. (Corre a verla).
No sé para que publico, de todas formas no ves mis indirectas.