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Gerardo Buendía. Sin título. 2023. Fotografía digital. A veces cuando extraño la brisa y el azul turquesa del mar, me pongo a pensar en tu risa, cuando extraño las distancias cortas, recuerdo lo bien que se siente pellizcarte una nalga
Gerardo Buendía. Sin título. 2023. Fotografía digital. A veces cuando extraño la brisa y el azul turquesa del mar, me pongo a pensar en tu risa, cuando extraño las distancias cortas, recuerdo lo bien que se siente pellizcarte una nalga
Sandra Loza. 11 (De la serie Reflejos). 2020. Fotografía digital. Ojalá hayas encontrado lo que fuera que buscabas. Extraño a tu perrito. Dile a tu sobrino que si regresé a jugar fútbol. Empecé a escribir más, me animé a probar
Gerardo Buendía. Dejar ir. 2018. Fotografía digital. Me levanté por el ruido de campanas. Era mi valedor, Pedro, avisando que ya se acercaba su camión de basura. Chanclitas y de ahí a mojarme la cara y cepillarme los dientes. ¿Cuándo
Gerardo Buendía. 00 (Empaquetado). 2020. Fotografía digital. ¿Te ha pasado que no soportas estar a solas? Las pendejadas que puedes llegar a maquinar asustan, muerden, rasguñan, sangran y joden. Mira que debes tener mucha mierda acumulada. Wey, ¿por qué no
Moisés Álvarez. (Un dibujo sobre la esclavitud). 2018. Fotografía digital Tener una relación era lo último que querías. Pensabas irte del país. No eras tú, sí era yo. Desconfiabas de los hombres. No soportabas el fútbol ni el punk rock.
Gabriel Amador. Sin título. 2018. Fotografía digital. Subo a la azotea del edificio viejo donde vivo, esquivo con pericia sábanas, calzones y lazos. Desde la esquina del frente puedo ver la enorme y nueva construcción que nos va dejando sin agua y
Eloísa García. Difuso. 2020. Fotografía digital. Mientras los dos sobrevivientes del escuadrón de la muerte pelean el último trago, busco en los bolsillos una moneda para entregárselas y no dejarles la mano extendida. Aguardiente y algo de mona, a eso justo huelen.
Gabriel Amador. Sin título. 2018. Fotografía digital ¿Qué si me aterran las alturas? Claro que sí, también el mar abierto y, después de la mordida de un San Bernardo el año pasado, ahora también los perros. Pero, logré enfrentarlas mirando
Uriel Ramos. Sin título. s/f. Fotografía digital. No me molesta hablar de ti, de lo que fuimos, de lo mucho que reímos y de lo cabrón que la pasábamos cuando me preguntan cómo fue que llegué a la Ciudad y